La planta del municipio de Veendam convierte una zona contaminada que ya no es apta para uso agrícola en una fuente de energía verde. Se inauguró en marzo de 2018 como uno de los primeros sistemas montados en el suelo de Holanda y es un verdadero monumento visual junto al canal. Demuestra cómo una zona hasta ahora inutilizada puede utilizarse con sensatez y mejorarse visualmente con un sistema fotovoltaico.