El parque solar de Bavelse Berg es un reto técnico por varias razones. Como proyecto de doble uso, es decir, una zona que no sólo se va a utilizar para la producción de energía, sino también como vertedero, el parque solar tiene que cumplir requisitos especiales.
Uno de los principales retos fue, sin duda, la forma de la montaña sobre la que se construyó la planta. Los módulos solares debían adaptarse con flexibilidad al subsuelo sin bloquear el terreno agrícola.
Por supuesto, el propio vertedero tampoco debía ver limitada su función. El vertedero está separado de la superficie por una película. Para permitir la evacuación del gas producido durante el tratamiento de los residuos, el vertedero está atravesado por numerosas tuberías y válvulas. Por supuesto, estos no podían dañarse durante la instalación de los módulos solares.
Bavelse Berg: innovador y desafiante
El sistema de raíles con el que se instalaron los módulos solares de forma flexible y móvil es innovador. Esto significa que la instalación puede realizarse desde un único punto y que los grupos de módulos pueden transportarse a largas distancias. El director del proyecto, Ron van Jeveren, explica exactamente cómo es esto en el vídeo.
De este modo, GOLDBECK SOLAR, en Breda, no ejecutó un solo proyecto, sino muchos pequeños proyectos que se unen para formar un gran conjunto. El resultado es un parque solar que aprovecha al máximo el espacio disponible para producir energía sin contaminar innecesariamente la naturaleza y el suelo. Alrededor del parque solar sigue habiendo amplias zonas donde, por ejemplo, es posible la cría de animales.
Bavelse Berg muestra cómo los futuros parques solares pueden hacer un uso múltiple de una zona, preservar la naturaleza y el terreno y producir electricidad limpia. 9.000 hogares de la región de Breda, en los Países Bajos, se abastecen de energía solar a través del parque solar y de gas a través del vertedero.